Expertos alertan sobre el fenómeno del bullying

EXPERTOS ALERTAN SOBRE EL FENÓMENO DEL BULLYING O ABUSO ENTRE ESCOLARES

Fuente: (La República 20.08.2008)

Le llaman con frecuencia el “lorna” de la clase, el “monse”, el “nerd”, el “punto” al que van dirigidas todas las bromas. Todos en alguna época de colegio han conocido -otros lo han sido- a uno que fue el blanco de las burlas, de las suaves y de las otras más crueles. Sin embargo, en este acto pueril de “chacota” colegial un peligroso fenómeno se estaba gestando y saltó desde las aulas de los colegios y las páginas de video en Internet y de allí a las páginas de los periódicos.

Se trata de un problema de maltrato que en su forma más grave puede llegar a ocasionar depresión, angustia, nervios y hasta suicidios. La intimidación o violencia entre niños y adolescentes se ha venido intensificando en los años recientes y tiene un nombre: bullying.

Se trata de un problema de maltrato que en su forma más grave puede llegar a ocasionar depresión, angustia, nervios y hasta suicidios. La intimidación o violencia entre niños y adolescentes se ha venido intensificando en los años recientes y tiene un nombre: bullying.

Existen muchas formas de rastrear este hecho. Una de ellas es el hilo telefónico y esa es la labor que ANAR (Fundación de Ayuda al Niño y al Adolescente en Riesgo) viene realizando desde hace un tiempo.

Precisamente Gladis Luy, psicóloga de esta institución, explica que el bullying es un fenómeno relativamente nuevo en el Perú. “Se define como el acoso entre los compañeros de clase. Este acoso es sistemático, permanente y se da siempre en grupo, que toma como punto a uno de sus compañeros. Uno de ellos es el actor del maltrato y los demás vienen a ser los observadores, que participan también en la medida en que no hacen nada para detenerlo”.

“Son unos abusivos”

Esta vez no tiene ánimos para asistir a la escuela. “El lunes te espero a la salida” le habían dicho en tono amenazante unos muchachos más altos y fornidos que él y el día había llegado. Estaba temeroso, no quería levantarse de la cama, prolongó el desayuno lo más que pudo, pero aun así tuvo que partir rumbo al colegio. Mamá y papá pensaron que era engreído y dormilón.

“Una de las características de las víctima de las agresiones puede darse respecto a los rasgos físicos, por ejemplo. Lo ven distinto, entonces empiezan a discriminarlo. O puede ser también que sea demasiado tímido o que no sabe como defenderse. Los compañeros se dan cuenta de estas debilidades y comienzan a fastidiarlo”, dice la psicóloga Luy.

También psicológicos

Que sus amigas dejaran de hablarle era una situación que ella no podía siquiera imaginar. Por eso, a diario les invitaba todo lo que traía en la ponchera. Sus compañeras le habían advertido que si no lo hacía, no volverían a dirigirle la palabra. Este retrato es un ejemplo de que este tipo de maltratos no pasan solo por el plano físico, también pueden ser psicológicos y dañar la autoestima y confianza de los pequeños.

La Revista Peruana de Pediatría de septiembre/diciembre, en su edición on-line, también da cuenta de este fenómeno. En uno de sus estudios se advierte que hay que poner especial atención en niños que pueden considerarse un blanco fácil de las burlas, como los muy estudiosos, los obesos, los que usan anteojos o los que no tienen amigos.

El estudio –con crédito del catedrático de San Marcos Miguel Oliveros- enseña también a identificar las señales. Si el niño no quiere ir a clases, inventa excusas, presenta moretones cuando regresa de la escuela o llega con sus útiles en mal estado hay que prestar atención.

Reciente en el Perú

Aunque los especialistas coinciden que el bullying es un fenómeno relativamente nuevo en nuestro país, hay algunos casos que deben llamar la atención. Por ejemplo, en diciembre del 2006 una fuerte golpiza de sus compañeros provocó la muerte de un niño de apenas 11 años de edad.

Era el más pequeño del equipo de fútbol, por lo que siempre sus amigos lo colocaban de arquero. Un día, a este pequeño arquero le hicieron 3 goles, lo que originó la ira de sus compañeros de juego, de 14, 15 y 16 años, quienes lo molieron a golpes. “Es importante reconocer al grupo de amigos”, dice la psicóloga Luy.

“Lo recomendable es que los papás brinden el apoyo necesario y si se enteran de algún maltrato informar a los profesores, tutores o psicólogos de la institución. Ellos también pueden ayudar a resolver el problema”. La especialista insiste en que es muy importante no perder contacto con los muchachos y brindarles confianza para poder resolver la situación. Hable con ellos.

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