Escuché decir ¡hola! profe y vi que el niño estaba dentro del cartón.
NIÑO: “estoy entrenando a ocultarme de aquellos que me pegan”.
Yo respondí el saludo, me acerqué y me preguntó:
“¿Alguna vez has roto una regla profesor?”
YO : “creo que varias veces”
Se nubló su rostro de llanto y me preguntó:
“¿y en qué parte del cuerpo?”
Yo traté de entender.
NIÑO. “A mi me pegó mi papá sólo por salir al parque y jugar, ha roto una regla en mi cabeza. ¿Jugar también será malo?”
En ese momento tocó el timbre y se fue.
Me hubiera gustado escucharle, pero comprendí el miedo, la tristeza que llevaba este niño.
Y tu amigo, amiga, ¿cuántas veces al día rompes la regla?
Me preguntarás si romper la regla se refiere a todo tipo de maltrato a nuestros hijos/as u otros niños/as.
Muchos de nosotros, creo que ya perdimos la cuenta.
En si ¿me está hablando de la regla de vida y el futuro de mi niño/a? ¡Claro!
Sin embargo también hacemos cosas buenas. Cada vez que valoramos, que ayudamos a hacer su tarea, que protegemos, que comprendemos su tristeza o alegría… con muchas actitudes tú y yo somos defensores de la dignidad de los niños y las niñas.
Santos Pacco Narezo
Monitor del Proyecto EPP.